Año de 1485

Según relata Ortíz de Zuñiga, en este año la ciudad padeció la acometida de una nueva riada a causa del desbordamiento del río. Las autoridades locales se vieron obligadas a pedir ayuda a la Reina Isabel, quien nombró una comisión encabezada por Fray Juan, Obispo de Cádiz, a fin de paliar los daños de esta inundación. Del mismo modo, Isabel la Católica donó la cantidad de diez mil maravedíes por año a fin de limpiar la Vega de Triana, que era el lugar por donde más peligro entrañaba el río cada vez que se desbordaba.

Este mismo año, D. Diego Hurtado de Mendoza, Obispo de Palencia y sobrino del Cardenal de Sevilla, D. Pedro González de Mendoza, es destinado a la Archidiócesis hispalense, manteniendose en ella hasta el fallecimiento de su tío en el año 1495.