Año de 1401

No entró con suerte en esta centuria nuestro entonces Arzobispo D. Gonzálo de Mena, ya que en este año se encontraría con su muerte en la jornada del jueves 21 de abril a causa de una epidemia de landres. Con 67 años de edad fue sepultado en el Monasterio de la Cartuja, que él mismo había fundado un año antes. Aquí reposaron sus restos hasta que, a finales del siglo XVI, fueron trasladados a la Capilla de Santiago de nuestra Catedral, donde aún permanecen.
Meses más tarde, el cabildo catedralicio se reunía para tomar una decisión acerca de la Mezquita-Catedral. Su mal estado tras el terremoto del año 1356 y sus constantes obras de mantenimiento aconsejaban la edificación de un nuevo Templo que colmase las expectativas de la Archidiocesis hispalense. Célebre se hizo la frase que los canónigos pronunciaron con vistas a la realización del nuevo Templo: "Hagamos una iglesia tal y tan grande que los que la vieren acabada nos tomen por locos". Según el acta capitular de aquel 8 de julio se convino en hacer una obra "tal y tan buena, que no haya otra su igual". Así se acordó el derribo de la antigua Mezquita y la construcción de la nueva Catedral ocupando su emplazamiento.


*De la antigua Mezquita sevillana se conservó el alminar, el patio de los naranjos y las fachadas de las actuales calles Alemanes y Placentines. La Puerta del Perdón era la entrada principal a la Mezquita.