Año de 1465

D. Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, para cumplir el destierro al que había sido condenado su sobrino como Arzobispo de Santiago de Compostela, se traslada a la ciudad gallega para presidir su Archidiócesis. Su sobrino, D. Alonso de Fonseca y Acevedo, al mismo tiempo, pasa a Sevilla como Administrador Apostólico de su sede episcopal. Este intercambio se acuerda durante cinco años.